Esa vibración causal, con una determinada longitud de onda, produjo una vibración cósmica conocida como el big bang. (Longitud de onda experimentada como Dios-creador)

Hubo en el principio sin principio, una energía en reposo, a la que la gran vibración insonora la escinde en dos campos de fuerza magnética, y la proyecta en dos aspectos, aspectos del poder supremo: paternal y maternal, Shiva y Shakti. Una fuerza positiva, masculina, centrífuga que opera sobre la otra fuerza negativa, femenina y centrípeta, y que promueve la evolución del universo manifestado.

Esta bifurcación no es una separación, sino una dualidad en la unidad. (Polos)

Esa fuerza que promueve la evolución del universo, es quien proporciona la fuerza magnética que mantiene la cohesión de las moléculas del mundo físico.

Comienza así, la danza de las diferenciaciones 
Una masa de energía vibrante, que se va diferenciando en forma de ONDAS.

Llegando a la diferenciación más densa, la evolución ha llegado a la creación de 50 sonidos articulados, que tiene sus correspondientes vibraciones de color en el mundo invisible.

El universo de la formas, surge de las combinaciones y permutaciones de esos sonidos básicos.

El sonido es una forma potencial y las formas no son más que sonido manifestado.
Todo deriva del sonido, todo es, vibración, energía vibrando. (Hoy, la ciencia corrobora estos hechos)

Así que el AUM insonoro, (representante de ese Silencio que es vida infinita) guarda, contiene, todos los sonidos. Un universo en potencia encerrado, contenido, en lo inmanifiesto.

 

De ahí , que el OM sonoro tenga la capacidad de ir llevándonos desde lo más externo, visible y transitorio a lo que está y es, por fuera del tiempo, ese AUM inaudible, pero siempre presente, que es ese Silencio que ruge más que las olas de todos los océanos.