El ser o espíritu, que no sufre cambio ni mutación alguna.

Si, hay una aparente evolución, pero ésta se debe a la mayor o menor reflexión de los cuerpos en los que está “contenido” (en realidad, ¡reflejado!)

Si sólo el Ser ilumina la conciencia, (y la mente y los sentidos no caminan) cuando la conciencia no sea “iluminada” por esos objetos: mente y sentidos, ahí sí, “la otra cosa”, sino se seguirá siendo esclavo de la mente, el tiempo y el espacio

¿Cómo puede ser conocido el Ser? (por qué medios)

Interrogaciones: ¿Quién soy yo?

Es necesario tener presente dos o tres cosas que son esenciales en la práctica del Yoga, esta Ciencia del Ser, que se ocupa del hombre, en su totalidad.

Bien, se hacen asanas, técnicas de respiración y  meditación. Todo eso está bien, pero si en asanas, técnicas de respiración y meditación no está lo que es fundamental, esencial, todo es igual a nada.

El alumno no sólo debe saber las distintas posturas, respirar técnicamente bien, sí, importan las directrices que contienen el orden, la ruta, el sendero, todo lo cual será dejado de lado cuando aparezca ante el alumno “aquello que es”, lo que no es de hechura humana, con sus tantos inventos y necesidades creadas.

Se llega al punto, a la clave del asunto.

Se está en el terreno seguro, cierto, la dimensión que integra, que silencia hasta, el espíritu.

Todo comienza a ser, realmente “aquello que es”

La respiración no es sólo la técnica, la respiración es valiosa porque es algo que contiene lo cierto, lo auténtico, lo real, lo no fabricado por el ser humano. A la par de esto, el gran regalo, el don, la maravilla de la: atención.

Y sí, hay que señalar esto, con total precisión. Y ¿cómo se hará esto?

El que enseña, el que señala, debe vivir lo que está transmitiendo, sino sólo estará moviéndose desde la cáscara, y aún teniendo destreza esa cáscara, es menos que nada, al contrario, desvía de aquello que es el corazón del Yoga.

Sólo lo que es Real, tiene sentido, todo lo demás es seguir alimentando el haber “errado el blanco” de la mente humana. Todo iba bien, hasta la evolución en el hombre. Allí se produjo el desvío, la equivocación, el error, al que le llaman pecado, y sí, pecar, es errar el blanco.

 En el ser humano está toda la posibilidad de despertar la conciencia una, a su verdad, a su realidad.

El proceso de la evolución de la Prakriti, para “volver”, “regresar”, a través del hombre -  la mente, a lo Real.

El quedarse dormido, de “La” mente, y soñar que se desarrolla una creación, lo refleja perfectamente el mito, el cuento de Brahma, el dios creador. La historia dice que Brahma tenía cinco cabezas, una mirando al este, otra al oeste, otra al norte, otra al sur, y otra al “Ser Único sin  segundo”, y le pide al Ser Supremo que le cumpla un deseo, y este es, crearlo a El, al Ser Supremo.

Entonces la historia cuenta que el Supremo le corta la cabeza por su gran soberbia, y así Brahma quedó olvidado de Su origen, y es así que desde entonces, sigue perdido, buscando “su hogar”, y todos sus jivas soñados, sueñan su sueño de estar separados.