Yoga, Ciencia del Ser - Susana Magonio
  ¿Cómo no huirle a la verdadera meditación?
 


Cómo no huirle a la verdadera meditación, si allí la casita del cuerpo seguirá, pero la casita mental como pensamiento - ego, fenecerá


 Antes o después, el cuerpo caerá, por supuesto, pero en el mientras tanto, sino surge el guerrero, en el sentido de habérselas con lo que venga en esto del comprender, todo será hueco, sin sentido
Alguien decía el otro día, “cuando me olvido de mí, todo es tan bello, no hay problemas”
Sin mente parloteadora, o sea, sin querer que alguien nos necesite, sin demandas, ni... y claro ¿metas?, el andar es la meta, ¡por decir algo!, el camino lo es todo, o ¡nada!
Solo, sin subtexto, y si lo hay, pues que lo haya, ¿lo sigo? o, ¿entra la razón para entenderlo?, pero ¡no!, no hay juez, por consiguiente, no hay veredicto, sólo un, “observando” sin límites, escuchándolo todo, oyéndolo todo, percibiéndolo todo, sin comentarios, y esto, ¡porque sí!
Ya se vio como es todo este asunto del terreno dual,”si - no”,  y todo sigue igual, ¿seguir en él? ¿hum?
Canta un pájaro, alguien grita, se oye un avión, y siento mi respiración, y,... adviene el silencio, un silencio, que es totalmente diferente a todos, está más allá de si hay ruidos o no los hay, ¡si!, es el silencio de la mente, la que sola se ha llamado a silencio, luego de ¡ver!, ¿ver qué? ¡Las cosas tal como son!
Y aquí, entonces, “Esa Atención”, que es por fuera del movimiento del tiempo, “trayendo”, la realidad
 
 
 
 
   
 
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