Flotar vivo, una cosa, flotar muerto, pues otra
Qué, si la meditación, qué si el bhakti, por Dios ¿qué Dios?
(Por supuesto, esta es una chanza que con una muy querida
amiga - alumna, hacemos siempre)
Pues claro, deje que si el dhyana, si el bhakti, si el karma, ¿todavía no nos damos cuenta que todas esas cosas son algo que nos dan, vienen de afuera, o sea, algo externo, para conseguir algo que de hecho es, alcanzar, lograr, obtener, que es algo para el afuera también?
Así que, por ahora diríamos, Paz, más luego, diríamos, “Veamos, Veamos”, como el viejo campesino chino
Esas antiquísimas divisiones, quizás para aquel entonces lejano tiempo, (Mentalidad del joven hijo del campesino chino) pero hoy, con los vientos que corren, que parecieran ser, ya, por fuera del tiempo, el dhyana y el bhakti se funden en unidad, y el karma y ... ¿Cómo seguir dividiendo la vida en compartimentos estancos? ¿Lo secular, lo espiritual?, sólo divisiones, designaciones del intelecto humano, y nuestro compromiso ya no es con el intelecto, es, ¡con la vida toda!, así que, estar, ¡atentos!, y ya, ¡nadie!, ¿un alguien?, ¿un algo?
¿La iluminación? ¿La luz?
Y debajo del árbol, sentada, sin esperar nada, siendo, nada, nadie, y todo, sí, ¡vivo!, que “extraño”, por maravilloso,
todo, un Cosmos