HORA YA, DE TOMAR LAS RIENDAS DE NUESTRAS VIDAS
Si un pensamiento es una pauta energética, ¡amigo!, lo que será “ese” primer pensamiento al despertar, en el resto de mi día
Será cuestión de estar atenta, consciente, y esa percepción alerta, mete de lleno en una atmósfera de Silencio
Esta atención de la que se habla, es muy especial, en ella, los pensamientos se detienen, en esta atención, la mente “desaparece”
Y cuando no hay mente, ¿qué surge?
La meditación, que no es un hacer algo de la mente, sino que la mente, simplemente está quieta
Atención es sinónimo de no-mente
¿Qué significa esto?
No mente en movimiento, si, ¡mente, espejo limpio!
La meditación, no es algo que venga de la mente, es algo que sucede en “la mente quieta”, en realidad, ella refleja lo que trasciende ese espejo
Atento, equivale a no mente – no mente en movimiento
El miedo es mi mente – Mi mente es mi miedo
Mi dolor es mi mente – Mi mente es mi dolor
Mi insatisfacción es mi mente – Mi mente es mi insatisfacción
Mi inconsciencia es mi mente – Mi mente es mi inconsciencia
Los demás, la sociedad es mi mente – Mi mente es la sociedad
Mi mente es la mente colectiva – La mente colectiva es mi mente
Pregunta: Al nacer, ¿la consciencia pertenece a algo, a alguien, o la consciencia pertenece al todo?
La consciencia no es un fragmento, pertenece al todo y por lo tanto, no puede ser parcial
Un niño es un espejo, una mente limpia, y allí al toque, el entorno empieza a condicionarlo. El, que es un simple, un total, lo ponen en un molde, ¡él, que es el todo, el éter, el cielo!
¿El cielo en un molde?, y la Vida, la Verdad, el Amor no se ven más, y luego con lo único con que contamos, es con palabras, conceptos, opiniones, prejuicios, ideologías y ya los ojos tendrán lentes de colores, nunca más se ven las cosas como son en realidad
Todo está siendo limitado, distorsionado
¿El silencio interior, ¿venderse?
El mantra trascendental, ¿en dólares?
La meditación ¿comprada? Pero, la meditación, ¿es algo exterior?
¡Se terminó! Es hora ya de: “conocerse a uno mismo, ¡por uno mismo!
Se oye alguna voz que dice:
“Que los demás no te metan miedo, nadie ni nada puede hacerte nada
¿Qué si te respetan?, ¿qué si te toman en serio o no?, al respeto le sigue: bueno, te respeté, ahora, arrodíllate”