Ejercicio que permite darnos cuenta de la estructura pensamiento-ego
Despertar al Ahora (despertar al Ser – hemos dicho que el Real Samadhi la Real Iluminación, es el Aquí y Ahora, y este es, el Ser, la existencia en sí misma – conciencia de existencia, el cuarto, el Turiya)
Salirnos del enredo de creer, que las palabras son los hechos, ¡no es así! Decimos “te amo”, y creemos que es verdad, y no es así, rascando un poquito, detrás de esas palabras encontramos quizás celos, miedos, quizás una necesidad oculta de que el otro cubra mis falencias.
Conocemos de nosotros mismos y de la realidad que vivimos, exclusivamente lo que pensamos que estamos viviendo,
Y básicamente vivimos lo que nos suele contar el pensamiento.
¿Y qué es, lo que nos cuenta?
Básicamente que ahora no es aún el momento para estar completamente satisfechos, no es suficiente para estar plenos.
Y no es el momento porque siempre falta algo, y ese algo siempre se encuentra en el futuro, en un futuro que puede ser siempre una posibilidad mejor.
¿Nos ocurre a nosotros que creemos que en el futuro podremos por fin sentirnos plenos, en paz, libres?
Si nos ocurre esto, la proposición es, ¡mirar!
Es necesario, una ¡pausa!, pausa en el fluir de los pensamientos.
En este parar, en esta pausa, descubro que existo, aunque no piense.
Descubrimos esa parte de nosotros mismos con la que no estamos en contacto, porque solo atendemos a lo que las palabras están diciendo de nosotros.
Evidentemente, hay una realidad ocurriendo ahora, “más allá” del pensamiento que nos estemos creyendo.
Si nos detenemos ahora,
podemos notar, que somos. Ya, somos.
Más allá de lo que diga el pensamiento, podemos notar que, somos,
ahora,
simplemente,
somos.
¡Sin perder! contacto con la realidad de que ¡somos!, ¡soy!, miramos la historia que se va formando en la cabeza, y desde aquí, nos podemos dar cuenta, que las palabras que habla ese cuento de la realidad,
no es,
la realidad.
Me doy cuenta, nos damos cuenta,
que las palabra, no son la realidad,
que, en todo caso,
simplemente,
señalan.
La palabra árbol, no es el árbol, él es, independientemente de cómo se lo llame.
¿Es posible ser concientes, y liberarnos de la falta de realidad que puedan llevar las palabras, los pensamientos y las creencias en las que nos basamos para vivir?
Ahora,
estamos,
ahora,
somos.
¿Me hace, nos hace falta una ¡creencia! para darnos cuenta de que ya, somos, estamos aquí, ahora?
Yo Soy. ¡Ah!, el sentido de existencia, esa sensación primordial de la existencia, “Yo soy”, Ya, Soy.
Luego, sí, ¡bienvenidas sean las palabras, las usaré!, como herramientas prácticas, útiles y necesarias, y las usaré con precisión, para hablar, para comunicarme, ¡pero!, ¡pero!, ellas, ¡no son la realidad!
Es un ejercicio, que nos permite darnos cuenta de la estructura del pensamiento-ego que se mueve en el terreno de la psiquis humana, en una constante dualidad, división, fragmentación, dando por resultado una vida de irrealidades.
