El universo no manifiesto, llamado la Prakriti
El universo no manifiesto, llamado La Prakriti, cuando se manifiesta, se convierte en la Shakti, la Madre del universo.
En principio, como una semilla que contiene un árbol entero, esta semilla contiene el universo entero.
Esta semilla todavía no parida, está compuesta por tres cualidades, conocidas como gunas o modalidades de esta Prakriti:
Sattva o armonía, pureza
Rajas o actividad, movimiento
Tamas o inercia, pereza.
Estas gunas, cualidades, que son vibraciones, cuerdas vibracionales, antes de la evolución en forma de mundo, llamado prakriti shakti o naturaleza manifestada, se mantienen en equilibrio y no se afectan mutuamente. Este es el estado de Avyaktha o no manifestación.
Prakriti sakti es material pero no materia visible, sino que es la causa material sutil de todas las cosas y su efecto visible en el mundo es conocida, como vikriti.
El mundo visible puede dividirse en dos grupos paralelos mente y materia.
La mente es una manifestación de sakti en forma de fuerza, que a su vez se convierte en materia o en los cinco elementos materiales.
La mente como pensamiento, es una fuerza activa y como materia, es una fuerza sostenida, estacionaria.
¿Cómo esa Prakriti, la Fuerza de la Energía inmanifestada se convierte en Vikriti o la Fuerza manifestada?
Lo hace a través de la mente, los sentidos y la materia.
Así que vamos viendo, como los tres cuerpos: físico, astral y causal, han evolucionado desde prakriti, que es donde el espíritu, la conciencia pura, está preciosamente guardada.
El cuerpo causal, (karana sharira) es la semilla de la que proceden los cuerpos astral y físico
El cuerpo astral, es el cuerpo de la mente y los sentidos y luego nos encontramos con el cuerpo físico, compuesto por los cinco elementos de la materia.
Vemos que todo el universo procede de prakriti sakti o sea, de la naturaleza del universo manifestado.
Pasando al individuo, al ser humano, esta praktiti sakti, se manifiesta como Kundalini sakti o el poder de la serpiente, ubicado en la base de la columna vertebral.
Esta naturaleza del universo manifestado o sea la prakriti sakti, se manifiesta en el hombre en forma de mente y de chakras, que son centros energéticos que corresponden a los cinco elementos.
La conciencia, al alcanzar el mundo denso, se contrae y se convierte en experiencia mundana, en la que la unidad, la totalidad, se convierte en separación, sujeto-objeto.
La conciencia infinita, reteniendo trascendentalmente todavía su naturaleza real, se convierte en kundalini sakti, disminuida, hacia el grado, que constituye nuestra experiencia en el plano material.
Este proceso puede representarse como un triángulo invertido, conocido como tripura o triple energía, voluntad de vida, conocimiento instintivo y acción o voluntad de hacer.
Cuando la kundalini sakti descansa o está activa sólo en los centros inferiores, el hombre tiene sólo experiencias finitas.
Cuando se despierta y se mueve ascendiendo, saca de sí misma los poderes activos de su creación y se une con la Pura conciencia en el loto de mil pétalos, el Sahasrara en el cerebro.
Este proceso del despertar y su consiguiente ascenso de energía, se llama Kundalini Yoga.
Este es el proceso inverso a la evolución de la mente y los cinco elementos densos.
Simbólicamente a la conciencia pura, espíritu, se lo representa como Shiva, en lo alto de a cabeza y como sakti, en la base de la columna vertebral. Esta kundalini, energía cósmica dormida en las base de la columna, se la conoce como la enroscada. Esta enroscada en sí misma en tres vueltas y media. Representan los tres estados de conciencia del hombre: el estado vigílico, el estado onírico y el estado de sueño profundo sin ensueños o estado de dormido.
La media vuelta final, representa ese cuarto estado conocido como turiya, y es la representación del “budita”, la conciencia iluminada, que es ese estado de conciencia de sueño profundo sin ensueños o estado de dormido, ¡pero!, en vigilia.
¿Cómo despertar esa energía divina que duerme, ¡a medias! en la base de la columna vertebral?
A través del trabajo de asanas, posturas de yoga, pranayama, técnicas de respiración que nos permiten ir familiarizándonos con la energía de vida, el Prana.
Hoy, el trabajo con y desde los sonidos, vibraciones sonoras que yendo más allá de su significado, lo que nos interesa y ocupa, es su estado vibracional.
Así que comenzaremos por el cuerpo sutil, formado por unos 72.000 nadis, o sea por movimientos vibratorios que conforman un cuerpo de energías. Para el fin que buscamos, es suficiente saber de la existencia de tres nadis fundamentales de este cuerpo sutil: el nadi Ida, el nadi Pingala y el nadi Sushumna.
Tres vías energéticas, que para que podamos acercarnos a ellas, las visualizaremos como hilos de una telaraña, tan delicados y sutiles son.
Estos nacen en la base de la columna vertebral, en una zona que se la conoce como Kanda, situada entre el ano y los órganos genitales. Se asemeja a un huevo, y se halla exactamente sobre el chakra raíz.
Los nadis tienen en su totalidad, su origen en el kanda. Aquí, en este kanda, también se halla el punto en donde el sushumna está unido al muladhara chakra.
El kanda es un centro de este cuerpo sutil o astral, desde donde los nadis o canales sutiles surgen y conducen la energía vital o Sukshma prana a las diferentes parte del cuerpo.
En el cuerpo físico se corresponde con el cauda equina.
La médula espinal se extiende desde el cerebro hasta el fin de la columna vertebral, deshilachándose en hilos muy finos parecidos a la seda. Antes de su terminación, se ramifica en innumerables fibras pobladas de ramales nerviosas. Estas son precisamente las que se conocen con el nombre de cauda equina en el cuerpo físico y kanda, en el cuerpo sutil.
Así que este cuerpo físico se halla conformado se acuerdo con la naturaleza del cuerpo astral o sutil.
Para poder imaginar esto, podemos recurrir al ejemplo del agua. El agua sería el cuerpo físico, y el cuerpo astral o sutil, sería el vapor de esa misma agua cuando hierve.
El cuerpo denso-físico, no puede actuar sin el cuerpo astral.
Hemos hablado de nadis, y estos son especies de tubos construídos de materia sutil, más que eso, ellos mismos son corrientes energéticas y son conductores de las corrientes psíquicas.
Nadi proviene de la raíz nad, que significa, movimiento.
No pueden ser vistos con el ojo físico, de hecho no son iguales a los nervios, arterias o venas, y el cuerpo está lleno de estos nadis.
Estos nadis están íntimamente relacionados con los plexos nerviosos, las glándulas de secreción interna, del sistema endócrino, con las funciones fisiológicas, como la reproducción, la digestión, la respiración, etc.
Estas líneas sutiles o nadis, influyen en el cuerpo físico.
Los Yoguis antiguos no sólo consideraban la forma física y funcional de la columna vertebral, sino su naturaleza sutil.
Conclusión: de estos 72.000 nadis, a los fines de nuestra práctica, es necesario ubicar tres de ellos:
Ida - Pingala – y - Sushumna
Ida parte del lado derecho del cuerpo, de los órganos genitales, y pingala del lado izquierdo, reuniéndose en el nadi sushumna en el chakra inferior, en ese punto se anudan.
Este lugar de reunión es llamado Brahma Granti, y este encuentro se repite en los chakras cardíaco y del tercer ojo.
Estos nadis se corresponden en el cuerpo físico, con los nervios simpáticos de la izquierda y de la derecha. El prana o aire vital fluye a través de ida y pingala, y cuando esto ocurre el hombre se encuentra inmerso en las actividades mundanas.
Los yoguis saben que es posible operar principalmente con el sushumna nadi que corresponde a la columna vertebral en el cuerpo físico.
Saben que mientras sigan trabajando ida y pingala, se está limitado, sujeto a la limitación del tiempo y el espacio y la causalidad.
Cuando opera el nadi central, se sobrepasan estas limitaciones y se va más allá de la mente. (La mente misma es espacio y tiempo y causalidad)
A sushumna nadi se lo conoce también con el nombre de Brahma nadi o senda hacia el Ser Supremo.